Bueno, como ya fue anunciado, Talvi tenía fecha de vencimiento. El nuevo canciller es Bustillo, embajador uruguayo en España, fiel amigo de Lacalle, a quien el presidente llamó para ofrecerle el cargo y éste aceptó. Talvi fue el último en enterarse de la jugada del presidente y pensó que sus colaboradores se lo ocultaron. Se puso histérico y fue en derrotero a increparlos despacho por despacho a gritos pelados. Francolino, ante el episodio tuvo un pico de presión y la pobre mujer debió ser asistida y los médicos dijeron que minutos más padece un acv. No contento con eso, siguió a gritos por los pasillos del Palacio Santos e insulto a Ache Batlle (de su sector), hasta terminar insultando a Lecueder quien lo paró y le dijo vete de mi oficina antes que te pegue, enano engreído. A gritos Talvi siguió insultando a propios y ajenos tratándolos de bastardos traidores. Para colmo, se enteró que Lacalle sacará en los próximos días a toda la gente colorada de Ciudadanos de cargos de gobierno y le ofreció al pollero Peña – ladero de Talvi- el nuevo Ministerio de Medio Ambiente. Todo sin saber Talvi. Rumores afirman que hasta Sanguinetti quedó perplejo por la movida de Lacalle. Lo bueno que tienen estos tiempos de peste china: dan pa todo…
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